viernes, 30 de octubre de 2015

¿Dónde está la solidaridad de los universitarios de la UQROO por Karen?



Hace unos días, el lunes 26 de octubre, María Karen Carrasco Castilla, de 19 años y  estudiante de la Universidad del Caribe, con sede en Cancún, fue reportada como desaparecida. Dos días después, el miércoles 28, su cuerpo inerte fue encontrado en un paraje solitario ubicado entre las avenidas Chac Mool y 20 de noviembre, de esa urbe caribeña. Tenía signos inequívocos de abuso sexual.
Han pasado varios días, y entre las redes sociales de personas oriundas de Cancún se demuestra desesperación, molestia e indignación: Karen fue víctima, una más (y la frialdad de la monstruosidad y cercanía ante el terror nos hacen normalizar la barbarie) de entre tantas notas rojas del Cancún maniatado por la descomposición social, el ocultamiento de la gangrena brutal y la difuminación de un concepto de comunidad tradicional (todo ahí quiere ser sobremoderno, como diría Marc Augé).
Aunado a esto, habría que entender la muerte de Karen desde una mirada más amplia: el Borgismo cacasenamente autoritario, la superficialidad y egoísmo de su clase política (sólo les mueve sus intereses, dicen que en Quintana Roo todos los delitos son aislados, a pesar de que el desbarrancadero hiede y se acrecienta con la impunidad sistemática[1] y el narco hace tiempo que sentó sus reales en esa “plaza”[2]), la falta de planeación urbana, las “regiones del miedo” en Cancún[3], la ola migratoria nacional y extranjera creciente, el lobby turístico español como patrón de la clase política quintanarroense[4] y los ríos profundos del narco sentando sus reales en esa ciudad que ha dado más de dos pasos para ser otro Acapulco de la metralla y la droga y los ajustes de cuentas y la pudridera corrupta del nulo control del Estado por esa cara plaza.
Pongo en el buscador de Google la frase “quién controla la plaza de Cancún” y me sale que existen “reacomodos”, que el cartel del Golfo sí, pero que igual los templarios “calientan la plaza” y que Quintana Roo es un “paraíso del narco” y que es “territorio del Chapo”. Para nada  sorprende a uno que la avalancha de la violencia que viven regiones del trasiego de la droga como Guerrero, “Guerracruz”, “Mataulipas”, Michoacán o Jalisco, en Cancún y la Riviera maya, o la ciudad fronteriza de Chetumal, maniatada por la ola de violencia, robos y hasta recientes homicidios a mano armada, sean los no tan nuevos escenarios de la peste de la violencia: ahí está Belice como canal y puerta centroamericana, igual en las playas de pulida arena de Quintana Roo los tabiques que dejan los “Eduardoños” recalan a diario. Y se nos olvida decir, que el primer narco Estado del país, a pesar de sus corifeos y lavadores profesionales de su honra, ocurrió en tiempos del Chueco Mario Villanueva Madrid (1993-1999). Incluso un personaje que siempre ha estado en la alta burocracia quintanarroense, el yucateco Gabriel Mendicuti Loría, con intenciones en el 2016 de ser candidato a la gubernatura de ese estado, lo han señalado como parte de una estructura delincuencial. Y no sólo a Mendicuti, igual a Julián Ricalde Magaña y al guerrerense Gregorio “Greg” Sánchez les han asentado el expediente de narcopolíticos.[5]
Con un sistema de justicia dirigido por el gobernador en turno, con un desprecio profundo al periodismo independiente (y con una promiscuidad cínica hacia el “periodismo” dependiente),  con un racismo y machismo galopante de la clase política actual amparada bajo el Borgismo (citemos el caso de Pedro Canché, las clonaciones a la revista Luces del Siglo, los amagos a Lydia Cacho), Quintana Roo se mueve entre la nula y desdibujada oposición política (sea de derecha o de izquierda[6]), y la anomia ciudadana. Y todo esto se acrecienta y exponencia con un débil aspecto en cuanto a la vida universitaria se refiere. El caso que más conozco, el de la UQROO, da para llorar todos los días: con profesores entrampados en sus pequeñas cotas de poder aldeanas, de sus aulas sólo pueden salir gente acrítica cuyo único fin es tratar de acomodarse, lo más pronto posible, a la larga nómina de la burocracia que silencia y aborrega. El sistema es así, no tienes que contradecir al sistema.[7]
Y en este contexto que hemos dibujado a grandes rasgos, podemos entender la parquedad y el cuasi silencio de los universitarios de Quintana Roo, por el homicidio de Karen. Aunque por ahí se dice que ya se capturó al violador, creo que la muerte de esta estudiante no debe quedar solamente en los pasillos del Ministerio Público, y tampoco convertirse en un expediente penal sustanciado por un sistema de justicia a la que el sentido común y nuestro responsable sospechosismo no le da el más mínimo crédito: ¿los que han caído, o caerán, serán en verdad los verdaderos asesinos, o fincaremos responsabilidades en personas inocentes para descomprimir una ligera presión social dada exclusivamente en las redes sociales?  No tenemos los índices de feminicidios que causan temor y zozobra en Guerrero, Morelos, Oaxaca o Veracruz,[8] pero de 2013 a 2014, la cifra en Quintana Roo ha sido de 13 a 15,[9] aunque por “decreto” de un funcionario borgista, bajó solamente a uno.[10] Y aunque no conocemos los datos de 2014 y lo que va de 2015, ese discurso oficial del uno que dicen es un caso aislado, es prueba fehaciente del nivel acromegálico de estupidez y soberbia de quienes gobiernan Quintana Roo.
Hoy, Karen, parece que tu muerte no les duele a esos estudiantes de Quintana Roo, de Chetumal, que en otras ocasiones, los muy tartufos han levantado carteles, pancartas y protestado “culturalmente” por la desaparición de los 43 de Ayotzinapa. Parece que tu muerte, Karen, no es políticamente atractiva para los estudiantes de la UQROO. Y esta insensibilidad estudiantil, no le ha pasado de largo a la gente más sensible e inteligente de Quintana Roo. Pedro Canché Herrera, un símbolo de la lucha periodística contra el Borgismo y su obsesión por hacer desaparecer la prensa libre en ese estado, ha pedido que, para salir del empantanamiento actual, lo mejor fuera un gobernador interino, en el entendido de que el actual es deficiente para dar seguridad a la ciudadanía:

Una larga lista ha evidenciado la pobre seguridad del que gozan los quintanarroenses, así como la falta de infraestructura carretera en los asentamientos miserables de este lujoso destino turístico [se refiere a Cancún]. La gente vive dos mundos. De día trabajando de sirvientes y lavando los pisos de mármol y encerando los finos muebles y tendiendo las sábanas de algodón en los lujosos hoteles. De noche caminando terracerías con lodo  o brechas para acortar la mala planificación urbana y viviendo en claustrofóbicas viviendas que no pasarían ningún dictamen técnico, pequeños nidos que no envidiaría el  jaguar con su enorme cueva , todo un palacio, en la selva maya.[11]

En su columna de hoy, el periodista Javier Chávez Ataxca recoge estas muestras de nula solidaridad de la mayoría de los universitarios de Quintana Roo. Aunque los estudiantes de la Unicaribe, compañeros de Karen, harán este 1 de noviembre una marcha-mitín donde exigirán a las autoridades de Cancún ningún feminicidio más, sorprende el desinterés de la mayoría universitaria de ese estado. Jorge González Durán, escritor costumbrista de Quintana Roo, sintetizó esta desidia del universo estudiantil quintanarroense, con estas certeras preguntas: “¿Dónde está la sociedad exigiendo justicia por el asesinato de esta joven estudiante de la Universidad del Caribe? ¿Dónde están los estudiantes? ¿Dónde están sus compañeros y compañeras? ¿Dónde están los maestros? ¿Dónde están los padres de familia? La indiferencia propicia la impunidad”. Estarán seguramente ahí, en esa marcha del 1 de noviembre próximo, pero no todos estarán y no todos marcharán: ¿dónde están los estudiantes de la UQROO que han protestado por los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, dónde queda el supuesto “Movimiento estudiantil” de la UQROO, dónde se encentran los profesores de la UQROO suscribiendo cartas abiertas y desplegados para la toma de posiciones, dónde el flamante rector de esa universidad, un borgista consumado? Chávez Ataxca, responde:


"Los estudiantes de la Universidad de Quintana Roo (UQROO) en el resto del estado proceden tan quitados de la pena como si la tragedia hubiese ocurrido en San Petersburgo o las Islas Marianas. Tal parece que su mecanismo de cero reacción tiene este fundamento: “si la estudiante no es de nuestra casa de estudios, no es nuestra bronca. Y si es de Cancún, pues que reclamen allá”… El asesinato de la joven estudiante de la Unicaribe no es tema para los estudiantes de la UQROO y sus catedráticos. Porque tal vez no detecté algunos comentarios aislados en el Facebook, pero está ausente la reacción articulada de varios estudiantes ante un acto tan imperdonable. Porque los estudiantes de la UQROO quizá se entretengan elaborando altares de muertos y cocinando mucbipollos y pibipollos, pero dejan pasar la oportunidad de hacerse presentes en una situación que los reclama como un solo cuerpo, en una tragedia que ha conmocionado a tantos. Valiente UQROO la nuestra, insensible como pocas en el mundo. A aplaudir sus altares.[12]

El escritor cancunense, Mauro I. Barea, comentando el texto de Chávez, señaló que ni la Universidad La Salle de Cancún, ni el Tecnológico de Cancún, ni menos la UQROO en ninguno de sus campos, se han prounciado al respecto: “Verdaderamente vergonzoso –comentaba Barea- que las instituciones ni siquiera alerten a sus comunidades estudiantiles sobre lo que realmente pasa en las calles de Cancún; no se trata de asustar ni causar pánico, es cuestión de prevenir, ya que por el momento, no se ve para cuando se dé una solución por parte de las autoridades”.
Y en verdad, tanto González Durán, Javier Chávez y Mauro Barea, tienen toda la razón: en Quintana Roo se viven desidias universitarias por la tragedia de los demás. Los estudiantes de Quintana Roo, de la UQROO sobre todo, tal parece que tienen otras prioridades, más abstractas y fuera del contexto regional, que estar perdiendo su tiempo en protestar, hacer marchas, llamar a los órganos del gobierno estatal a esclarecer completamente el caso de la estudiante universitaria asesinada cruelmente en Cancún, y pedir el cese de los feminicidios en ese estado. El Movimiento estudiantil de la UQROO,[13]  tiene más de priísta que otra cosa, y es demasiado patético y esquizofrénico en sus protestas y exigencias, hasta el punto de que se rasga las vestiduras por los 43 de Ayotzinapa y los maestros opuestos a la reforma educativa, pero, al mismo tiempo, es omiso, tenue y pachorrudo si de defender el derecho a la libertad de un estudiante de la UQROO que fue secuestrado en las propias instalaciones de esa universidad.[14] O bien, ¿han hecho algo, han puesto su folklórico plantón en su universidad priísta los del Movimiento Estudiantil para exigirle a su rector Ángel Rivero Palomo, que como órgano supremo de la UQROO, se pronuncie respecto al impune asesinato de la joven estudiante de Cancún y la nula seguridad que existe en ese municipio quintanarroense? No hay nada, ni los maestros de la UQROO han dicho nada, a Karen nadie le importa. Y como dice Javier Chávez, estos días levantarán sus altares de muertos, olvidando o desconociendo la muerte de Karen. La muerte de Karen no es atractiva para ellos, si al menos hubieran sido 43 Karen, tal vez, tal vez, pero dudo que ni así.





[1] México es segundo lugar a nivel mundial en el Índice Global de Impunidad 2015, sólo por debajo de Filipinas.
[5] José Martínez M, “Quintana Roo y Mendicuti: la narcopolítica ya está aquí”, Artículo 7, 3 de agosto de 2012.
[6] Basta citar al posible candidato de Morena en Quintana Roo, José Luis Pech Várguez, un hombre para nada demócrata y que en toda su vida sirvió a la oligarquía quintanarroense.
[9] José María Ramírez Hernández, “Los feminicidios en Quintana Roo”, Sipse.com, 20 de abril de 2015.
[10] Sergio Caballero, “Por decreto, reducen cifra de feminicidios en Quintana Roo”, Proceso, 3 de enero de 2015.
[12] Javier Chávez Ataxca, “Insensibilidad estudiantil”, Periodistas Quintana Roo, 30 de mayo de 2015.
[14] Denuncias secuestro en la UQROO: integrantes de planilla estudiantil privan de su libertad durante 3 horas a joven que repartía volantes críticos”, Noticaribe, 16 de octubre de 2015.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Por eso el Dios del Monte los castigó con el fin de la milpa: historias de Juan Ek y el vaticinio del abuelo Refugio Abán

La Sierra Puuc.


En el periodo de gobierno de Luis Echeverría Álvarez, se realizó un certamen a la mejor producción milpera en Yucatán. ¿Cuánto podía producir un campesino maya en su milpa si trabajaba con químicos y abonos industriales? Al certamen participó don Juan Ek, campesino de Tzucacab. El de la Reforma Agraria, el inge, le entregó a Ek varios bultos de plaguicida. Ek, una vez hecho las acostumbradas rogativas a sus dioses agrarios, regó todo su maizal y huerta con los bultos de químicos, eliminó bichos y alimañas, limpió de maleza su milpa y huerto, y abonó a sus granos de maíz el brebaje que había hecho en unas latas. La milpa le creció como por ensalmo: espigaban y reverdecían los maizales en una parte de la Sierra Puuc donde Ek acostumbraba sembrar, alejado del ruido del pueblo. Dicen que esa primera vez que trabajaba con químicos, su milpa dio maíces hasta para un lustro, y en sus huertos las sandías y calabazas parecía que habían sido sembradas por un gigante y no por el diminuto hombre de 1. 48 metros apenas del buen Ek. 

Vino el ingeniero a ver el milagro producido por los químicos de Ek, y registró todo en una libretita. Al mes, el cartero le trajo  una flamante invitación con el rubro “Presidencia de la República”, y que decía que Ek había ganado el certamen y que se presentara a Mérida el día de mañana a saludar al presidente de la república. Ek tomó el tren de Peto, que llegaba a las 4 y media de la madrugada, bien vestido, con un pantalón de tela verde y lustrosa, una alba camisa de mangas largas, y unas alpargatas chirriantes que en raras ocasiones calzaba. A Ek, el señor presidente le estrechò la mano, y Ek oyó una serie de encendidos discursos donde se decía que todos los campesinos de Yucatán debían tener el ejemplo de Ek, que a base de puros químicos, hizo brotar el maíz hasta de las más duras lajas del monte. Como premio, a Ek le dieron un cheque generoso, que al mes ya se había gastado entre el congal y la cantina, y además, le subieron a un vagón del tren dos toneladas de químicos para que siga haciendo patria y dando el ejemplo a todos los campesinos de su pueblo. Hoy, a más de cuarenta años, Ek comprueba que los químicos se han vuelto la peste de los campesinos, y que las “ayudas del gobierno” en su modalidad de fertilizantes o dinero, son el comienzo del fin de la milpa maya.
Los viejos campesinos, no los que comenzaron el desmadre en el campo con los agroquímicos, como Juan Ek, sino los más viejos de los viejos, los de noventa para arriba, en mis entrevistas de campo me decían eso, que los jóvenes campesinos (de 1970, que hoy rondan los 70) se acostumbraron a que sus maicitos rindieran más con los plaguicidas y fertilizantes. No hay que idealizar a los campesinos, entre ellos existe la crítica, y esta crítica la dan los guardianes verdaderos de la memoria: los casi centenarios abuelos lanzan pestes contra estos bellacos que vinieron a ensuciar la tierra, y por eso, dice el mito de uno de ellos con que me explicaba el fin de la milpa maya, por eso los señores del monte se enojaron porque campesinos como Juan Ek y tantos más, no hacían la milpa como tradicionalmente se hacía, sino con veneno, ellos y su gobierno autoritario al cual legitimaban con su voto cautivo, envenenaron la tierra del señor del monte, de Yum Kax, por eso el señor del monte los maldijo a ellos y a su prole y decidió acabar para siempre con la milpa maya, mandándoles los malos vientos, huracanes, sequías y dineros del gobierno en forma de “apoyos”. Por eso ahora los almudes no se llenan, los mecates se acortan, y los maicitos se adelgazan.
Otro campesino, este de Peto, Martiniano Heredia Abán, comentaba que su difunto abuelo, Refugio Abán, hombre del sur nacido en el siglo XIX, profetizaba algo que nunca observó aunque ya veía el reflejo en el espejo de agua de los cenotes: Que va a llegar el día en que el gobierno comenzará a regalar dinero de a montones a la gente del campo, y la gente del campo va a dejar de hacer sus milpas por estar esperanzados del dinero del gobierno, mientras las labores de la milpa ya no van a producir como antiguamente se hacía, pues los venenos que viertan los campesinos en ellos esterilizará la tierra.
“Entonces –dice Martiniano- es lo que tenemos en la actualidad. Antes, con el sudor de la frente se hacía milpa, y ahora, aunque den apoyo, no hay producción porque el tiempo climático no ayuda con las lluvias, y porque la tierra se ha secado debido a tanto químico que hemos vertido en la tierra desde entonces”.
Y decía el viejo Refugio Abán: aunque el gobierno esté regalando dinero, va a llegar el día en que se pierda la cosecha, se pierda la semilla, ¿y qué va a comer la gente aunque haya dinero?
“Estos son principios nada más –decía Martiniano-, porque si siguen dando dinero, apoyos, fertilizantes y abonos, llegará el día en que desaparezcan las semillas, y ya no habrá producción porque el campesino ha sido maldecido por el señor del monte”.


domingo, 18 de octubre de 2015

Alea iacta est, o porque la bolita les cayó

La verdad, no creo a priori en las caras nuevas de Morena Yucatán como Rogelio Castro o Jazmín Villanueva, ambos, diputados de Yucatán, el uno federal, la otra estatal. Ellos están ahí no por un trabajo político previo, hay que decir, ni por una solidez de lucha concretizada en acciones desde abajo, sino por simple y buena suerte del destino, del sorteo del morenaje para dividir sus plurinominales.  
En la larga tradición de la política yucateca, los idiotas llegan al poder por medio de las componendas y los amiguismos de su partido (sea el PAN o el PRI), ahora la gente de bajas luces y sin solidez en la lucha política mediante sus dos vertientes (la praxis y la teórica), llegan por un golpe de suerte, porque la bolita les cayó en un día feliz y les cambió la traza de su anublamiento existencial, de su masificación tumultuaria, de su poca individualidad.
Creo yo que ese sistema implantado por Morena en Yucatán y en todos los estados, ha generado liderazgos de suertes que se caen o desinflan a la menor crítica posible. Eso no es el pueblo, y como dijera Lenin, el pueblo es imbécil por naturaleza. Esos liderazgos acríticos no saben qué hacer con la tremenda responsabilidad de representar a la oposición en este país donde los pesos pesados, los políticos profesionales como los Gamboa Patrón o los Manlio Fabios, se los comerán tarde o temprano.
Creo que los sorteos para elegir candidatos, aunque fueron defendidos por los cerebros de Morena ( Héctor Díaz-Polanco defendió la insaculación y refirió raíces griegas de este “melate” “democrático”), a la larga serán muy contraproducentes: en primera, se eligen a personas que a veces no tienen ni idea de lo que se juega en el legislativo; en segunda, sus pocas luces generarán una serie de parásitos asesores  que abultarán el presupuesto; en tercera, en vez de popularizar la política, la vuelven chafa, la vuelven chambona, y ponen el destino de muchos en figuras pedestres venidas por una suerte traicionera a excluir a tantos hombres y mujeres de izquierda que, si no tuvieron la suerte necesaria en la bolita, por el contrario, sí tienen la experiencia, sí tienen el criterio, y sí tienen las herramientas para cortar en seco las ansias pantagruélicas de los políticos profesionales.

Pero vale el derecho a la duda, esperemos que Rogelio Castro y Jazmín Villanueva demuestren que están ahí, además de por un patente y claro golpe de suerte, porque sí tienen los elementos para defender los intereses del pueblo.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Apuntes rápidos sobre el método en la historia


Sala de consulta del Archivo General del Estado de Yucatán (AGEY), Mérida.

La historia es una ciencia hermenéutica y de los documentos (escritos, orales, materiales) del pasado que se acuesta, lasciva, todos los días con el arte. Y hablo y me refiero a la historia exigente, la bien escrita y bien vestida y bien maquillada; y no me refiero a ese tipo de historia de mercado endogámico y academicista que confecciona gente que ni sabe escribir, y menos leer como se debe.
En ese sentido, la tradición positivista, metahistórica, cultural, social, o no se qué diablos de giros lingüísticos o arrejuntamientos con la antropología, me da harta flojera siquiera discutirlas: uno que viene de una formación distinta de licenciatura a doctorado, y que ha pasado por textos jurídicos, literarios, sociológicos, políticos, filosóficos, teológicos, antropológicos e históricos, se siente como si nada en el reino de la multisdiciplinariedad y la complejidad del pensamiento.
¿Quieres hacer historia, entrar al taller del historiador? Curtis, hace mucho tiempo, conjuntó a una serie de investigadores y lo que sacó en conclusión, fue el contra-método feyerabendiano de la mayoría de ellos (recientemente, la doctora Laura Machuca, del CIESAS Peninsular, hizo otro tanto para investigadores mexicanos).
De hecho, el único método que yo recomiendo, es atiborrarte de lecturas sobre tu tema, devastar bibliotecas y archivos, estar ahí maratónicamente en las horas nalga de bibliotecas y archivos, pues los archivos, los documentos, etc., como me dijo una gran investigadora meridana, te irán llevando a un paisaje que se irá constantemente formando, primero en tu cerebro, y luego en el lienzo que irás confeccionado. Como dijo Jan de Vos, el primer deber del historiador es interrogar a las fuentes.
No creo en metodologías, pero este no creer en ellas (considero que el propio historiador, si es exigente, estructurará su propio método, un método que a él y sólo a él le corresponda explotar, de ahí que la escritura de la historia se haga difícil hasta cartografiarla, porque en el dominio de la historia el azar y la suerte juegan o en contra o a favor del historiador)no implica que, desde luego no tendremos que conocerlas (vale la pena releer constantemente a Carr, a Curtis, a Bloch, a González,  a Tenorio Trillo, a Francois Dosse y su historia en migajas, a Ginzburg, a Burke y tantos otros teóricos). Considero que la formación del historiador siempre debe tender a esa exigencia “todista” que don Luis González recomendaba. Todista y, desde luego, un lector de literatura para que la maquinaria escritural se vaya aceitando todos los días.


lunes, 12 de octubre de 2015

Elogio del café con azúcar



A los que me critican que el café se toma sin azúcar
y no con azúcar como yo frecuento,
les diré que me vale una reverenda chingada lo que piensen
y si me he de morir,
pues me muero almibarado de amor por mi taza de café con azúcar.
Sigo diciendo que me vale una reverenda chingada sus consejos de salud,
yo seguiré exigiendo, como la negra, ¡azúcar!
y al diablo la salud y los veganos y sus primos los marcianos
y las comidas pedorramente saludables y sin gracita
y los enfermos que critican a la coca cola validos de una ideología que no entienden
 y los que son amargos e insípidos del alma
y los que no comen barra con mantequilla y azúcar
y los que van todo el puto día al gym para eliminar panza y sacar culo
y los que quieren estar flacos aunque se les estire la tripa del hambre
y los que comen ensalada en vez de mondongo y cochinita los domingos
 y los que todo el día se toman brebajes saludables
y toda esa bola de enfermos que no le entran a los tacos como dios manda.
A los que me critican por eso,
les digo simplemente, como la negra,

¡azúcar, cabrones!

sábado, 3 de octubre de 2015

ODA A RUSIA

Cazabombarderos Sukhois rusos, en combate en Siria



Al camarada Putin


Los pedorros fundamentalistas del Estado Islámico
huyen como cochinos en el matadero de su fe homicida.
Las noticias que leo de la guerra en Siria
Son prometedoras de la caída en el muladar de la historia
del califato de los bastardos.
Ante el poderío bélico de la Gran Madre Rusia
los verracos fundamentalistas huyen a sus desiertos,
se mimetizan entre los refugiados a Europa,
o se guardan como cucarachas homicidas.
Rusia se ha levantado a pesar de los yanquis y sus esbirros,
filón completo y mejorado del imperio soviet.
Ahora pagarán por sus crímenes, cucarachas coránicas,
la ira del Dios del madero ortodoxo,
crecido entre las barbas de Marx,
no tendrá fin y lloverá azufre del cielo
salido de las panzas de los poderosos Sukhoi eslavos.
Camarada Putin, eres más fuerte que todos los hombres del mundo.
Yo estoy en Cuernavaca y veo la grandeza de tu alma.
El oso de la estepa ha rugido ya,
y ni en desiertos y cuevas
tendrán refugio y tranquilidad,
las lepras fundamentalistas.



Cuernavaca, 3 de octubre de 2015.